Al sol, a la sangre, al humo y a la felicidad en general.

agosto 22, 2011

Soles amarillos.
Tenues caricias.
Ojos bailando en la habitación más linda de mi mente.
Costas azules ondeando al fondo.
Perfumes perfectos de tu piel contrabandeada.
Trance de mi mirada, extasiada en el bosque natural de tu cara.
Plegaria a las tablaturas inscritas en tus manos.
Suave ventisca fría, tibia temperatura que te extraigo.
Dulce beso, dulces labios.
Increíble marcha de tus pasos al lado de los míos.
Es que no me alcanzan las letras, ni me alcanzarían los idiomas conocidos por sabios y resabios para imprimir la explosión de mi pecho.
Mis costillas tienen astillas de tanto reventarse en suspiros.
Y es que lo tuyo y lo mío no pasa a menudo.
Y es que la realidad que teje mi tiempo se asemeja tanto a la tuya.
Y somos dos cualquier cosa, dos fibras de algodón danzando en el aliento de un respiro cansado. Dos nubarrones sobre nuestras cabezas. Dos volátiles seres sincronizados. Dos frecuencias al unísono. (L)

No hay comentarios:

Publicar un comentario