Al sol, a la sangre, al humo y a la felicidad en general.

abril 20, 2011

No puedo decirte otra cosa, si no que lo siento. Ahora, después de hace bastante tiempo, no me había dado cuenta antes del dolor que... claramente te causé.
Pero creo que actuaría mil veces más de la misma forma.
Eres una buena chica y yo no tanto, así que las malas acciones déjamelas a mí, las malas decisiones, las actitud egoístas... puedo cargar con la culpa, puedo cargar con tantas cosas que a veces en serio me cuestiono ser humana, porque un ser de hombros frágiles como los míos no podría soportar lo que ha soportado siendo una simple humana.
Y ahora ese peso se desvaneció en la noche, se escapó por la ventana cuando la dejé abierta y me dejó dormir después de varias noches raras...
Me sorprendes, yo no sé que hubiera hecho en tu lugar si alguien como yo me hiciese lo que te hice, tan deliberadamente, tan malditamente en tu cara y hasta casi, con una sonrisa de la que no me enorgullezco en el rostro...
Por eso te quiero, porque eres una chica especial y fuerte, a diferencia mía que casi todo lo hago con miedo.
Y sólo quiero que sepas algo... que un día, si quieres vengarte estaré dispuesta.
No recibiré tu golpe con los ojos cerrados, eso sería menospreciarte y no quiero hacerlo de nuevo. Estaré atenta, con los ojos muy abiertos y pelearé si es necesario, actuaré como una demente, finalmente caeré rendida y dejaré que me quites lo que quieras, porque lo tengo más que merecido.

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