Al sol, a la sangre, al humo y a la felicidad en general.

abril 30, 2011

Vomité pájaros tristes, me revolqué en el lodo de una granja. Lloré desconsolada a los pies de una estatua. Clamé justicia, cometí delitos, me sentí un fraude.
Paseé desnuda, me arropé con mentiras.
Asesiné a mis amigos, robé la piel de mi perro.
Me comí un caballo entero. Sangré tres semanas seguidas.
Mi cerebro se golpeó fuerte, mis ideas se estrellaron en el cielo.
Me arranqué las uñas. Hice de todo un poco. Hice nada por mucho tiempo.
Me tropecé contigo un día cualquiera.
Te hablé del miedo, te hablé en claves.
Te conté un secreto, te seguí en un sueño.
Caminé contigo por calles que no conocía, aterricé en tus manos varias veces.
Me volví loca y cerré los ojos.
Los abrí.
Te quise de inmediato.
Canté canciones para calmar los nervios, amarré mi muñeca para controlar la ansiedad.
Te veo y no puedo dejar de verte.
Te veo y no quiero dejar de verte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario