Al sol, a la sangre, al humo y a la felicidad en general.

julio 14, 2011

Venenosa noche cristalina.
Peligrosa curva imposible de esquivar.
Son los caminos retorcidos por los que me da por caminar.

Escuché voces toda la noche.
No dormí para no soñar.
Son situaciones enajenadas las que me toca experimentar.

Es música y maleficio.
Es humo y ganas de escapar.
Son mis ojos brillosos lo que no quieren pestañear.

Se fundió mi alma en el ocaso de la mañana.
Y es mi cerebro el que no para de sangrar.
Travesía espacial, forma menos triste de viajar.

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